lunes, 9 de enero de 2012

De la cuna a la cama



Ultimamente estuve observando que mi hijo de 18 meses estaba duermiendo muy incomodo en su cuna,aparte de sufrir mucho el calor dentro de ella (tiene de las cunas plegables) el otro día se tiro de ahí dentro! por suerte no sufrió ningun daño ya que el papá se había tirado un colchon al lado de la cuna del bebe.


Entonces,el estaba ya preparado para dormir en su propia cama? y averigue (como siempre) y encontré algo en internet que me pareció lo correcto en estos casos.






Alrededor de los dieciocho o veinte meses, un niño ya está preparado para pasar de la cuna a una cama o a su cuna sin barrotes.
A esta edad, el niño está en plena adquisición de su autonomía. Comienza a reconocer que hay cosas que ya puede hacer solo y que le dan confianza en sí mismo.
Dormir en una cuna con barrotes le da al niño la sensación de estar atrapado, sin esa libertad que experimenta durante el día. Muchas veces, el sentirse encerrado, sin la posibilidad de bajarse de su cuna ante el propio deseo, puede manifestar inseguridad en el dormir. Estos niños se despiertan más de noche, reclaman la presencia de los padres o simplemente no quieren ir a dormir.
Durante la noche los niños se mueven y los barrotes sirven para marcar los límites de la cama y el pequeño está acostumbrado a estos límites. Sacar los barrotes implica que el niño deberá adaptarse a otro espacio.
Durante los primeros días el pequeño posiblemente se caiga de la cama, pero pronto su sistema nervioso perceptivo se adaptará a este nuevo espacio sin límites. Es por eso que al sacar los barrotes de la cuna o al cambiarlo a una cama, es necesario poner un colchón ó almohadones sobre el piso para amortiguar posibles caídas.
Durante esta etapa los padres sienten temor a que su hijo se golpee y preocupación de que el niño, despierto por la caída, vaya caminando hasta su habitación. Si se trata de una casa en la que hay escaleras o algún escalón con desniveles, es imprescindible tomar todas las medidas de seguridad necesarias para que el niño no se lastime si llegase a bajar solito de su cuna o cama.
Si el niño está acostumbrado a dormir en su habitación, y si durante la noche se despierta por algún motivo, llorará o llamará a sus padres. Lo fundamental ante esta situación es que los padres acudan siempre al cuarto del niño y no llevar al niño a la habitación de los padres. Si esta premisa se mantiene, generalmente, los niños no acuden a la habitación paterna.
Si el pequeño todavía duerme en la cama de los padres y están pensando en sacarle los barrotes a la cuna, no es el mejor momento para hacerlo. Primero habrá que pasarlo a su cuna, acostumbrarlo a que duerma ahí y una vez entrenado para dormir en su lugar, se puede sacarle los barrotes. De lo contrario, el deambulador irá cada noche a reclamar su lugar junto a los papás.
Hoy yo por ejemplo ya le puse su camita,veremos como pasa esta noche por primera vez fuera de su cuna.


No hay comentarios:

Publicar un comentario